jueves, 10 de abril de 2014

Te acompaño en el sentimiento

Esta no parece una entrada sobre minifelicidades, lo sé. Pero parte de nuestra felicidad pasa por hacer lo que creemos que hay que hacer. Por eso hoy os hablaré de qué pasa cuando alguien fallece, ya sea más o menos cercano, y qué podemos hacer para sentirnos bien y para hacer sentir bien a los demás.

Lo siento.


Un básico. Tan pronto como te enteres de que ha muerto el padre de tu vecino, la hermana de tu jefe, la madre de tu compañera o quien sea, debes mover ficha. Una pequeñita: según el grado de familiaridad y cercanía, puede bastar con un mensaje, a veces se reclama una llamada, o incluso una visita.  El mensaje debe ser claro, no esperes cambiar la vida de nadie en un momento así. Algunos buenos ejemplos, aquí debajo.


¿Y luego?


El luego depende de la relación que tengas con la familia del difunto en cuestión. Si son personas con las que tenéis poca relación, la historia se acaba aquí. Con amigos o familiares, seguramente os tocará ir al entierro, aunque sólo sea a una parte. Pero en minifelicidades vamos un poco más allá. Sabréis el caos que hay en una casa cuando pasa algo así, así que a veces la ayuda más valiosa es la que pasa más desapercibida. Si estáis apegados, podéis hacer un montón de cosas: Ofreceros para ir a recoger a los niños al cole, para hacer la cena, para hacer algún encargo, para entretener un rato a los críos, para llevar a la familia en coche... las opciones son infinitas, y lo que podéis ayudar es mucho. Tirad también de los clásicos: ofreceros para tomar un café, para una larga conversación telefónica o para una visita, aunque tendréis tiempo para hacerlo después, así que pensad en todas las opciones que tenéis.


¿Debo ir? ¿Llamo?

Mil preguntas, verdad? A veces cuesta saber cuál es nuestro lugar en una situación así. Nuestro consejo es claro: haced lo que creáis que está bien hecho. Punto. No hay más. ¿Es el padre de tu jefe pero tu padre se ha portado siempre bien contigo? Pues puedes ir, sin ningún problema. ¿Era una vecina? Si te dio alguna vez de merendar cuenta como una abuela, así que pide fiesta y ves, porque es alguien importante. Igualmente, hay casos en los que no es necesario hacer más que mandar un mensajito. Hacer de menos está mal, pero hacer de más también es un problema, así que como siempre... sentido común!

Perdón por un post tan tristón, prometo que los próximos serán más animados.

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